BLOG | MODA VEGANA Y SOSTENIBLE ¿EN QUÉ CONSISTE?
Poco a poco el veganismo se va entendiendo menos como un asunto relacionado a la dieta y más como un estilo de vida. Exhorta a que transformemos los modos de producción actuales hacia modelos alternativos que incorporen la sostenibilidad, ecología, la empatía hacia los recursos naturales y todos los seres vivos.
¿Sabías que el veganismo se extiende
más allá de la nutrición?
Dentro de ese paradigma, el veganismo, busca transformar la industria textil cuyos modos y procesos de producción de ropa provocan una de las mayores causas de contaminación a nivel mundial actualmente. Tanto así que “[p]ara afrontar el impacto en el medio ambiente, la UE (Unión Europea) desea reducir los residuos textiles, así como prolongar el ciclo de vida de esta clase de productos y aumentar su reciclado.”
Se calcula que:
- “la industria textil y de la confección [a nivel] mundial utilizó 79,000 millones de metros cúbicos de agua en el 2015…”; que para “elaborar una sola camiseta de algodón, las estimaciones indican que se necesitan 2,700 litros de agua dulce: la cantidad de agua que una persona bebe en dos años y medio…”;
- “fue la tercera fuente de degradación del agua y del uso del suelo en 2020;
- “[s]egún las estimaciones, la producción textil, a través de los tintes y los productos de acabado, es responsable de aproximadamente el 20% de la contaminación mundial de agua potable.”
- Por otro lado, en cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, el reporte indica que la industria textil es “responsable del 10% de las emisiones mundiales de carbono, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados”.
Ante estos retos, el veganismo propone incorporar la moda sostenible con:
- Nuevas dinámicas en la cadena de producción
- Nuevos hábitos de consumo
Desde la primera se busca rehacer o recrear cada fase en el proceso de producción de textiles con tecnologías y prácticas que sean capaces de reducir las emisiones de carbono, el uso excesivo de recursos, el uso abusivo e injustificado de los seres vivos y otras tendencias que vayan logrando eliminar paulatinamente su huella ecológica.
Desde la segunda, está proponiendo cambiar los modos de consumo hacia aquellos que ejemplifican que dentro de una economía que convierte los estilos de vida en mercancías, el consumidor siempre será no solo el que decide el producto final sino el que dirige los modos en que se producen.
Es decir, que la moda vegana es mucho más que un asunto enfocado en las prendas de ropa, es una técnica de apoderamiento para el consumidor o sujeto social contemporáneo.
No solo pone en jaque la apariencia opulenta que caracteriza la fibra [a]moral del sistema económico actual, sino que se convierte en un sistema de transformación radical interno capaz de autogenerar una voz crítica que interrumpe la automatización al momento de consumir.
De este modo el consumidor que se dirige a través de la moda vegana no consume por consumir o porque las redes, las marcas o las “autoridades de la moda” se lo “comandan”. En su lugar, el proceso de consumo desde una conciencia vegana analiza el valor de utilidad de la mercancía. La atracción hacia una mercancía ya no se crea por el deseo de adquirir el producto más reciente o por el anhelo hacia una posición social superior.
Nuevos criterios serán evaluados o demandados por este nuevo consumidor de manera que pueda sentirse apelado por los productos o mercancías. Entre éstos se encuentran:
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La crueldad animal
El consumidor sostenible o vegano defiende la existencia de los animales en sí como parte del orden o balance planetario. En este sentido, cualquier mercancía que obtenga a la fuerza algún derivado animal o que involucre el abuso de éstos para su creación no será consumido al considerarse inmoral o anti-ético.
- La priorización de la producción ecológica
Así como este consumidor defiende la existencia de los animales, ese mismo respeto se extiende a todos los seres vivos--considerando el planeta Tierra como un Sistema de Vida en sí mismo. La moda vegana exhorta a que la producción de una mercancía no altere o afecte los Sistemas de Vida que producen y sostienen a nuestro planeta. En su lugar, combinando técnicas y conocimientos ancestrales con la innovación tecnológica, entiende que toda producción contemporánea no requiere abusar o contar con prácticas detrimentales hacia las ecologías del planeta Tierra. -
La longevidad del producto o mercancía
Otro criterio muy importante, pero menos discutido. Cada día la sociedad en general y las marcas de moda en específico nos siguen forzando la concepción de tecnologías, vestimentas y artículos desechables. Nada necesita reparo porque todo puede botarse sin remordimiento. La vida útil no es importante sino una supuesta novedad que muchas veces es minúscula o imperceptible.
Desde esta misma óptica se ha degenerado el concepto y práctica de la producción local, mutando en una dinámica ambigua y carente de una definición que vaya acorde con su proceso de producción y distribución. Esta tendencia de desinformación puede categorizar productos como locales simplemente porque se distribuyen localmente ignorando el hecho de que su manufactura o producción se haya originado en otro país. Esta práctica, muchas veces, se realiza con la intención de fetichizar el orgullo patrio, el sentimiento de pertenencia y la solidaridad con microempresas priorizando la avaricia por encima de las millas recorridas para la compra-venta de ese producto, la calidad del mismo y las condiciones y tipo de trabajo de las personas que lo produjeron.
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La accesibilidad a estas mercancías
Finalmente este es otro criterio que está comenzando a considerarse entre ciertos consumidores dirigidos por este tipo de moda. ¿Cómo logramos que estos productos no se conviertan en tendencia ("trendy") simplemente porque pueden representar una mayor adquisición de capital sino que en su lugar su atracción represente un movimiento revolucionario tanto en sus productores como consumidores? ¿Cómo hacemos visibles posibles incongruencias entre resaltar empatía por los animales y conciencia ecológica, pero invisibilizar los sectores o las personas que no están logrando adquirir estos productos? ¿Cuáles modos de producción logran operar incorporando una perspectiva humanitaria y económica?
Tenemos entonces que la moda vegana o sostenible va más allá de lo estético y material para adentrarse en la conciencia colectiva y redefinir las prácticas de consumo así como la identidad de los individuos en sí. El veganismo como moda sostenible desdibuja un Mundo distinto trazando relaciones sociales, dinámicas y hábitos cotidianos subalternos y potencialmente revolucionarios. Es la visualización de una sociedad conmensurada en balance con la justicia social y la preservación ecológica.
Referencia/autor: José G. Soto Ríos | IG: @jose_tampero
Fuente: https://www.europarl.europa.eu